Venía siendo un año ajustado. Red Bull, con Verstappen a la cabeza, lideraba la competencia de pilotos y constructores, pero no con la distancia de años anteriores. Eso, hasta hoy.
El Gran Premio de Austria, debería marcar la tendencia para lo que queda de temporada, con el margen lógico que hay que dejar para alguna sorpresa tomando en cuenta que se trata de un deporte. Por ahora, el fin de semana en Spielberg, es todo para la escudería de la bebida energética.
En la Carrera Sprint de esta mañana, pese al acoso de los Mclaren de Lando Norris y Oscar Piastri, Max Verstappen se quedó con la prueba demostrando que, pese a no tener hoy el mejor auto, es el mejor piloto de la parrila. Triunfo claro con 4,6 segundos de distancia sobre Piastri.
Lo que vino después, ratificó el gran fin de semana del equipo con sede en Milton Keynes. Verstappen voló sobre la pista en Red Bull Ring para quedarse con la Pole con un tiempazo: 1,04,314. Casi medio segundo más tarde llegó el piloto británico de Mclaren Lando Norris con un crono de 1,04,718 y tercero, en el Gran Premio de este domingo, largará el también británico pero de Mercedes, George Russell que registró 1,04,814.
Se suponía que las distancias entre Red Bull y el resto de las escuderías debían acortarse en Austria. Lo cierto es que, hasta ahora, en el Gran Premio de Casa, Verstappen parece «MAX» inalcanzable que nunca.
