
Al más puro estilo de Iván Zamorano, que en su etapa en el Inter usó la 1+8, Mauricio Isla jugará con la camiseta número 2+2 en su paso por Colo Colo. No es antojadizo.
Isla quería usar la 4, pero no estaba disponible (la utiliza Alan Saldivia), y decidió poner el signo “+” entre los números para que la ecuación diera el resultado que quería. Eso desde lo formal, aunque existe una razón que no tiene que ver con el gusto por ese número…Es más bien de una vieja creencia en los pasillos del Monumental.
Desde Moisés Ávila en 1996, fueron muchos los jugadores que, precedidos de grandes campañas en otros clubes vistieron la 22 y el paso por Macul fue con más pena que gloria. Acá sólo algunos ejemplos:
En 1998, el lateral derecho Wilson Contreras llegó tras extraordinarias campañas en Huachipato. Con la 22 en la espalda, se fue 2 años después sin mucha historia en el cacique.
Marcelo Peña, llegó con el rótulo de ser uno de los grandes proyectos del fútbol chileno en 2001. El volante de contención jamás fue lo que se esperaba. Un año en el Monumental y debió partir a Unión Española.
El caso de Claudio de Bieler, sin duda, alimenta mucho más la oscura historia de la 22 alba. El delantero argentino llegó al Colo Colo de Claudio Borghi en 2007 con el aval de sus 16 goles en 36 partidos en Atlético Rafaela. En 6 meses en el cacique, anotó 6 en 20. Partió de Macul a Liga de Quito donde brilló:Campeón de la Copa Libertadores de América en 2008, La Recopa Sudamericana en 2009, año en el que fue goleador del Torneo de Ecuador, y la Sudamericana en 2010.
La lista suma y sigue: Sebastián Rozental, Joel Soto, Daud Gazale, Roberto Gutiérrez, Daniel Sanabria, Celso Ayala, Claudio Graff, Javier Parraguez, Leandro Benegas. Todos con campañas al debe en su paso por el cacique. Coincidencia o no, Isla decidió marcar una pequeña diferencia…Por las dudas…